PLAGA: COCHINILLA ALGODONOSA

Mi relación con los cóleos es difícil.  Me gustan mucho pero hasta ahora no he tenido mucha suerte con ellos.  En cuanto llega el otoño y las temperaturas empiezan a bajar por las noches tengo que meterlos en casa o mueren, pero cuando los meto en casa empiezan a decaer hasta que también mueren.  A pesar de esto todos los años lo intento de nuevo y me hago con uno o dos ejemplares.  Los de este año han estado muy bonitos y frondosos... hasta ahora...

Esta semana me pareció ver que en uno de ellos sus hojas habían perdido bastante color, amarilleaban y algunas de ellas empezaban a curvarse ligeramente por los bordes. Como ha empezado a refrescar por la noche pensaba que los síntomas podían reflejar la sensibilidad al frío.  Pero esta mañana he tenido tiempo de hacer una revisión más detallada  y me he dado cuenta de que el problema era otro... Cochinilla!!!!


Ha sido una pena no haberme dado cuenta antes, pues la infestación es ya bastante grande.  Pero como nunca tiro la toalla (las plantas siempre me sorprenden por su instinto de supervivencia...) me he propuesto librar a la pobre planta de esos parásitos tan indeseables.

Pero lo primero de todo es identificar la cochinilla.  Son insectos con forma ovalada y patas que permiten su desplazamiento. En su estado adulto son de un tono amarillo anaranjado y secretan unas fibras sedosas blancas que les cubren y donde envuelven también los huevos. Se desarrollan a lo largo de todo el año pero proliferan bien en otoño y en invierno buscan refugio en la tierra o en oquedades.  Se sitúan en tallos y hojas y succionan la savia de la planta de las partes más tiernas. He leido que los machos, a diferencia de las hembras, son alados pero yo no les he podido observar.




En cuanto se observa una infestación de cochinilla lo primero que hay que hacer es aislar las plantas que estén afectadas puesto que la cochinilla se pasa fácilmente de unas plantas a otras. 

Siempre intento utilizar métodos caseros y naturales para controlar las plagas y eso es lo que he hecho esta vez.  Contra las cochinillas lo que suelo hacer es rociar toda la planta con una mezcla de agua y aceite de Neem.  El agua jabonosa también va bien y no hay que comprar ningún producto pues un chorro de lavavajillas concentrado disuelto en agua es suficiente. En el caso de los cóleos no es recomendable mojar sus hojas, por lo que el producto que he aplicado es alcohol sin diluir.


He utilizado bastoncillos de algodón empapados en alcohol que he ido pasando por todos los tallos para arrastrar y eliminar las cochinillas y su secreción algodonosa. Hay que tener paciencia y buena vista (yo ya he empezado a usar gafas para presbicia y no he dudado en ponérmelas...)  He recorrido todos los tallos concienzudamente y en las zonas donde no cabía el bastoncillo, como intersecciones de tallos en ángulo, he usado con cuidado la punta de un palillo para arrastrar las cochinillas.

También he prestado especial atención a las hojas y sobre todo a su parte posterior puesto que el nervio es una zona que gusta mucho a las cochinillas al ser  una parte tierna y protegida.



Creo que he conseguido eliminar todas las cochinillas, pero he situado el cóleo en un lugar aislado y voy a seguir atenta los próximos días por si veo alguna más.  Espero que los daños que hayan podido causar las cochinillas no afecten demasiado a la planta y pueda sobrevivir.

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